lunes, 30 de abril de 2012
LOS JUEGOS DEL HAMBRE
lunes, 16 de abril de 2012
TAKE SHELTER
Resulta interesante la reciente proliferación de películas que miran al cielo (literalmente) para encontrar respuestas a ciertas crisis existenciales. Algunas como El árbol de la vida, recurriendo a una reflexión acerca del origen del universo, y otras de manera más directa al tratar una amenaza natural que altera la supuestamente apacible vida de sus protagonistas, como el caso de Melancolía.
Take Shelter – algo así como resguardarse, ponerse a salvo- tiene más puntos en común con la propuesta de Lars Von Trier que con la ideada por Terrence Malick. Ambas parten de una base propia del cine de catástrofes. En este caso, la historia nos traslada a un pequeño pueblo norteamericano donde viven la pareja formada por Curtis (Michael Shannon) y Samantha (Jessica Chastain), y su hija pequeña Hannah (Tova Stewart) que posee una enfermedad que le impide hablar. Nada más comenzar la película Curtis presencia una extraña tormenta formada por una lluvia aceitosa, a partir de entonces una sucesión de escalofriantes pesadillas y alucinaciones le harán adoptar un comportamiento psicótico, creando un refugio anti-tornados con el objetivo de proteger a su familia de la llegada de un terrible fenómeno meteorológico que solo él puede ver.
Las película logra no caer en el recurso fácil de bombardearte con escenas efectistas de las pesadillas que podrían llevarte a una sucesión de sustos sin sentido, las que aparecen son perturbadoras y coherentes con la evolución que experimenta el protagonista, y sirven para comprender su desequilibrio y como éste provoca la desestructuración de su vida, momento en el que afloran la incomunicación y un pasado con traumas ocultos.
Será este aspecto donde hace especialmente hincapié el filme, la apariencia frente a la realidad. Curtis tiene que fingir que no tiene problemas, porque según lo que le dicta la sociedad -en boca de su mejor amigo Dewart- “tiene una buena vida”. Pero él está sufriendo, lucha para tener la situación bajo control pero no puede. Es algo que le supera, se enfrenta a un entorno que lo toma por loco y a la vez está inseguro porque también duda de sí mismo.
Lo interesante de Take Shelter es su capacidad para abordar un tema difícil: los cimentos que sustentan nuestra sociedad ¿son tan estables como nos quieren hacer ver? Todo ello sin juicios, sino planteando preguntas. Dando cabida a interpretaciones que podrían parecernos en un principio irracionales –como se refleja en la tormenta que solo ve el protagonista- pero que permiten ahondar en problemas más profundos si al menos les damos el beneficio de la duda.
En conclusión, una historia necesaria que invita reflexionar y permite abrir nuevos caminos de pensamiento ante una sociedad, la nuestra, que necesita un cambio de rumbo si queremos revitalizarla.
INTOCABLE
Seguro que más de uno después de leer esta crítica me quiere crucificar aprovechando estas fechas. No sería de extrañar después de las cifras que ha obtenido la película francesa de la que habla todo el mundo (con permiso de The artist ), millones de espectadores la han visto en toda Europa, respaldo casi unánime de críticas y comentarios del tipo “es la mejor película que he visto en mi vida”.
El argumento: joven de color de clase baja se convierte en cuidador de hombre rico tetrapléjico para hacerle sonreír. A partir de aquí todo es una sucesión de lo mismo, escenas cómicas para demostrar que todo puede ser de color de rosa si te dejas llevar. Intocable es un pastel de los gordos, hace que a su lado En busca de la felicidad parezca El ladrón de bicicletas .
Y es que no nos engañemos, Intocable es una película de manual. Los franceses han sabido hacer un homenaje perfecto a lo que solemos llamar “americanada” pero elevándola al cubo. Todo es fácil y lo peor, estereotipado al extremo, algo que se refleja principalmente en sus personajes protagonistas. Por una parte, a Driss nos lo presentan como un cazurro que se ríe de todo lo que huela a cultura y su antítesis Philippe, un ricachón pedante que solo puede disfrutar admirando una partitura de Vivaldi. Con bromas tan elaboradas como el momento en el que el chico negro ve un cuadro abstracto y dice “Esto es una mierda. Un sangrado por la nariz….” Ni el mejor sketch de Los Morancos. Y así durante el resto del metraje.
Algunos me pueden preguntar ¿pero está mal hecha? No, la película está bien dirigida, tiene buena fotografía, buenos planos, etc. Pero todo es tan simple que carece de interés, todo es tan previsible que continuamente te adelantas a los chistes que van a hacer, en definitiva todo resulta artificial y prefabricado.
La película huye de cualquier conflicto. Si alguno asoma la cabeza su guión te lo elimina de un plumazo recurriendo a algún chascarillo del cuidador o te presenta una secuencia con múltiples elipsis para decirte “¡eh espectador!, no te preocupes, lo está pasando mal, pero te lo muestro muy rápido y sin diálogos para que no te pongas triste”. Este es su principal error, eludir el conflicto impide que me emocione, que empatice con los personajes, me deja indiferente. Además, la evolución que experimentan ambos protagonistas resulta inexistente, no hay aprendizaje. Me pregunto ¿Qué ha aprendido Philippe si cuando no está con Driss se viene abajo? ¿Estamos hablando de dependencia? Bonito envoltorio para un pobre contenido.
Intocable es obvio que gustará, que la gente saldrá con una sonrisa en la boca y se sentirá feliz, al menos 5 minutos después de haberla visto. Dirán que no hace daño, pero luego serán los mismos que se quejarán porque el cine nos vende el cuento del príncipe azul. En este caso, será el cuento del negrito majo que vendrá y solucionará tus problemas. Pues nada, solo habrá que esperar a ver si aparece.